" En el proceso terapéutico hay tres piezas claves que van a condicionar el éxito del tratamiento: LA PERSONA con discapacidad, LA FAMILIA , y EL ENTORNO FÍSICO. Por eso Emdane, apuesta por la rehabilitación domiciliaria ".

31 de julio de 2012

bienvenid@s


UN PROYECTO DE VIDA

Lo habíamos hablado en numerosas ocasiones antes de emprender este camino. Una empresa no es tarea fácil y menos una como esta, en que la que se trabaja con, para y por las personas, a fin de ayudarles a superar las   dificultades tan diversas que pueden presentar en su día a día. La verdad es   que no nos costó dar el primer paso, y ahora que hemos empezado a difundir nuestra actividad, gracias a la confianza y colaboración de las familias y de otros profesionales, ahora sí que podemos decir. . . que emdane ya ha nacido.

Decidimos asociarnos para crear este proyecto de vida, y digo de vida, porque emdane lleva consigo un montón de propósitos e ilusiones, ya que el motivo principal que nos llevó a agruparnos, es la vocación y el compromiso personal que tenemos en nuestro trabajo. El camino de la rehabilitación a veces no es nada fácil, requiere de mucha paciencia y dedicación conjunta, pero a su vez nos permite observar mejoras que nos hacen crecer, y querer cada día más nuestra profesión.


IMPORTANCIA DE LA TERAPIA A DOMICILIO

Realmente nuestro trabajo consiste, nada más que en guiar a la persona y a sus familiares, por el camino más adecuado hacia lo que quieren conseguir. Creemos y confiamos que el éxito de todo tratamiento, reside no solo en la persona con dificultades y en los profesionales que la atienden, si no en la familia como agente principal.

La superación de un problema o dificultad es más fácil con el apoyo y la colaboración de la familia, no solo para orientarles acerca de lo que pueden hacer en casa, de cómo estimular o qué cuidados deben tener, si no que representa una valiosa fuente de información sobre la persona que tienen a su cargo, nos ayudan a detectar las necesidades concretas que presenta, nos dan a conocer sus expectativas, sus gustos o preferencias. De ahí la importancia de la intervención domiciliaria, que nos facilita un contacto más directo y cercano con la familia, y que nos permite observarla en su entorno más cotidiano, de manera que nosotros, los profesionales, podamos integrar toda esa información que recogemos, planificando actividades ajustadas a sus intereses y necesidades reales.

Por otra parte, es de vital importancia en algunos casos, no solo proporcionar a la persona un medio humano adecuado, si no también un medio físico, rico en estímulos, que le ayude a progresar y a desenvolverse con mayor autonomía. Es por esto, que la terapia a domicilio lleva implícita una labor más amplia, el espacio físico. Un trabajo que consiste en adaptar o acomodar el ambiente familiar, y que trata de enseñar tanto a la persona como a sus familiares, a utilizar los recursos de su propio entorno, para estimular y lograr un mayor aprendizaje.

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